Entrevistas

Una visita a María Teresa Rassi 

Una pasión por ser feliz


“Descubrí la pintura, el arte, con un primer dibujo en tinta china que hiciera de niña: una mosca. En ese momento supe que tenía ese don”.
Entramos en la intimidad del hogar de María Teresa, con su pequeña figura y su voz firme nos va presentando sus obras l. Un enorme desnudo en pastel reposa sobre el comedor, la conversación se desliza suavemente mientras recuerda sus comienzos en la pintura paseando por los distintos tiempos de su vida.
“Mi vida tuvo mucho movimiento siempre, de la mosca a la pintura seria pasó bastante tiempo, me casé, tuve a mis hijas y fue cuando crecieron que comencé a pintar, pero no me gustaba el resultado, entonces me dediqué a estudiar y hacer talleres de pintura, cerámica y escultura”.
No siente, en el momento de la pregunta, que su vida hubiera cambiado por la pintura, pues “dentro de su propia vida, vivía y pintaba”, algo tan natural para María Teresa, como respirar, como ser feliz.
“No pensé que iba a ser artista. Estudié en la Cristóbal Rojas, en Caracas, con Trompiz, hice talleres con Teresa Azara, entre otros muy famosos, logré tener contactos con artistas muy importantes. También estudié en Maturín, y en Puerto Ordaz con Carlos Díaz”.
Es muy difícil desarrollar el concepto del ser del artista visual, porque es amplio, subjetivo y a la vez tan simple como la voz de María Teresa lo expresa:
“Como artista desarrollas el sentimiento o te haces consciente de la belleza que te rodea, ves algo que es lindo y los demás no se dan cuenta, eso somos los artistas. Podemos ir en el carro y vemos a un niño corriendo y no sólo ves al niño corriendo, ves su  expresión y la belleza que irradia. El arte puede darnos mucha felicidad, por donde vamos pasando advertimos la belleza, la que no ven los demás”.
Maria Teresa ha participado en muchas exposiciones en el trayecto de su profesión, en Artes del Fuego, con la Electricidad de Caracas, Arte Efímero, escultura, pero principalmente pintura.
Y entre tanto recorrer Venezuela pintando, exponiendo sus trabajos, haciendo talleres, trato de detenerla en algún momento mágico de ese recorrido.
“Recordar un momento mágico en el arte…” -lo piensa y se le quiebra la voz- “cuando logré pintar los ojos de Manzur, mi esposo, en su propia expresión”.
 También se emociona cuando nos muestra un cuadro del Corazón de Jesús, es muy hermoso, nos dice.
Para María Teresa pintar, se traduce en un tiempo de felicidad en el cual se aísla y la vida se hace de colores.
Tiene la certeza de que algo de lo que siente por la pintura se lo deja a su familia, “les transmito ese sentimiento por el color, por la belleza, hay arte dentro de mi familia, no todos lo han sabido expresar, yo les he dejado esa semilla, ese sentimiento, ellos no lo saben, no están conscientes”.
Su mensaje a Venezuela y al mundo: “Yo le diría a Venezuela y al mundo, que tenemos que hacer un gran esfuerzo para comunicar que la felicidad llega a través del arte, que podemos ser felices, que se den cuenta que somos nosotros mismos quienes creamos nuestra propia felicidad”.
María Teresa, una pequeña gran mujer de cuarenta y cinco años en un cuerpo de ochenta y ocho, camina sin prisa, con la espalda recta y la cabeza en alto, terminando esta conversación nos revela, que todavía tiene una meta, un sueño, el de  llegar a tener la visión o la inspiración para hacer un buen cuadro.
María Teresa Rassi vive en Porlamar, Isla Margarita, Venezuela, su obra comprende dibujos en distintas técnicas sobre todo en pastel y pinturas en acrílico, técnica mixta y óleo en infinitos formatos, su pasión: la pintura y la felicidad que ésta le trasmite. 

María Teresa Rassi – Tlf: 0414 7927967 mariatrassi@hotmail.com


Entrevista por Graciela Zúñiga
Fotografía de Italo Fuentes
 Isla Margarita,Venezuela, julio 2014














Entrevista a Carolina Coppola 

La voluptuosidad en la mujer 


Un encuentro con Carolina Coppola en su casa, en su taller con vista al cielo y al mar, no sólo nos acerca a la intimidad de sus mujeres voluptuosas sino que se convierte en un estallido de risas y alegría, pues es ese el ser primario que emana de Carolina.
Carolina Coppola viene de recorrer un camino por las Bellas Artes desde Guayana, en dónde se  mostró especialmente en la escultura, hasta residenciarse en Margarita y es aquí, estrenando Unearte cuando decide hacerse universitaria en esta área.
“La universidad llenó un vacío y amplió mis conocimientos en historia del arte, su sentido, el por qué, la investigación, aún y cuando no siento que haya mucha diferencia en la artista de antes y la artista universitaria, pero me siento más segura, con la seguridad que da el conocimiento y feliz de haber culminado una etapa y comenzar otra en el quehacer artístico”.
Carolina Coppola se descubre como artista trabajando con niños en su guardería, luego de haberse graduado como administradora, por lo que decide estudiar dibujo y pintura en la Escuela de Artes Plásticas Armando Reverón en Puerto Ordaz, con el profesor Pedriques.
Sus primeros trabajos son dibujos en tinta china y chimó, realiza diversos talleres para aprender nuevas técnicas, las tertulias entre artistas de la región enriquecen su aprendizaje,  de ahí da un paso más e incursiona en la escultura.
“A la gente le gustaban mis trabajos y a mi me fascinaba lo que hacía”.
 “Miguel Salas fue mi profesor en los inicios de la escultura, me descubrí con la arcilla en la mano, me maravillaba  sacar formas de ella,  de lo mucho que podía crear, formas abstractas o figurativas, todo un mundo nuevo para mi… ahora desarrollo al mismo tiempo la escultura y la pintura, incluyo una en la otra, aporto mucho de la escultura a la pintura, diría que mis pinturas son  escultóricas pues tienen mucho de sus elementos”.

 Tus mujeres son voluptuosas -
“Como artista plástico, busco evolucionar dentro de los elementos de la pintura, quise involucrar la volumetría tanto en la pintura como en la escultura.  Otro de los elementos de la pintura es la figura humana, la mujer. Me gusta de la figura femenina su volumen.  Además, me reconozco y recreo en ella,  yo soy mujer. Hago un estudio de lo que es el volumen en la figura humana”.


¿Cómo influye en tu vida ser artista visual? -
“Mi ser artista despierta la sensibilidad en todos las facetas de mi vida, como ama de casa, como artista, en lo que veo, en las cosas cotidianas, es la sensibilidad y la emoción ante la belleza en todas sus formas de existencia”.
“El arte desarrolla la sensibilidad en las personas, enaltece la sensibilidad que hay en ti, te enriquece, aprendes a través del arte en todas sus expresiones. Me gusta el teatro, la música, le pongo música a mi pintura, cuando trabajo. El arte es sensibilidad”.

¿Impactamos, transmitimos algo tanto al país como al mundo? -
“Si, transmitimos a través del arte, es nuestro medio de comunicación, expresa lo que queremos decir, aún y cuando llegue en diferente lectura y  cada quién lo perciba según lo necesite o interprete, es un medio para hacer sentir”.

La familia, tu núcleo, siendo artista -
“Soy la única artista en la familia, todos están muy orgullosos de lo que yo hago, me lo dicen y me admiran. De hecho mi trabajo está dedicado a mi madre, mi madre era voluptuosa, ella estaba muy orgullosa de ello, la pienso en mi obra, también intervienen en ella mis hermanas. Mi trabajo está dedicado en primer lugar a ellas, a las mujeres de mi familia”.
 -Haz tocado a tu familia con tu arte-

 ¿Qué te gustaría hacer para mejorar la comunidad cultural?
“Me gustan las tertulias entre artistas, para hablar de arte, estudiar otros artistas. Quisiera reuniones en Margarita para estas tertulias, iniciarlas. Pongo mi casa a la orden”.
“Proyectos como Espacio Mínimo en dónde hay un sitio para mostrar la obra de quienes no han tenido la oportunidad de hacerlo, una puerta que se abre a los artistas nuevos, para proyectar el arte en la isla, aplaudo la iniciativa de  FeriArte, de los artistas en la calle”.
Carolina Coppola nació en Güiria estado Sucre, allí vivió un año solamente, creció en Guayana, se considera guayanesa, estudió administración, tuvo una guardería, ahí se descubre como artista plástica, realizó tres  exposiciones  individuales en Puerto Ordaz y una en Margarita, en la isla vive hace ocho años.  Estudió cinco años Artes Plásticas en Unearte,  de dónde obtiene una licenciatura con mención en escultura.

Carolina Coppola  chiarapinta@hotmail.com 04143862426



Entrevista por Graciela Zúñiga
Fotografía Italo Fuentes
Isla Margarita, Venezuela, septiembre 2014





















2 comentarios:

MaEga. Arte en todas sus manifestaciones. dijo...

Felicitaciones a Carolina por su hermoso trabajo y a ti Graciela por ese importante Espacio que le das a la colectividad de la Isla.Reciban mi caluroso abrazo!

MaEga

Betty Mencaroni dijo...

Tesorosa Carolina felicidades por tu estupendo trabajo. Te quiero y admiro, que sigan los éxitos